Las empresas en búsqueda del mejoramiento de la productividad y por ende de la rentabilidad, se esfuerzan por mejorar dimensiones cualitativas de la organización por medio de algoritmos, sentido común y en muchos casos, tormentas de ideas.
Sin embargo, estas dimensiones organizacionales, no pueden ser conocidas acertadamente de este modo. El ser humano en una figura compleja de emociones, sentimientos y propósitos que no pueden ser alcanzados por métodos estadísticos e ideas sin soportes válidos desde el punto de vista de la racionalidad científica.
La incorporación en las empresas de áreas de esparcimiento, salas de masajes relajantes, e incluso, asesorías psicológicas existenciales, conforman un cúmulo de ideas sin resultados positivos alguno. La deserción e indiferencia laboral, renuncias aparentemente inexplicables, se expresan en grandes números, acompañadas de grandes costos para las organizaciones.
Conocer las razones de permanencia del trabajador en la empresa, responde a una realidad cualitativa compleja, y esta, solo puede ser alcanzada de ese modo. Afortunadamente, en la actualidad, la nueva gerencia dispone de los recursos cognitivos para resolver este problema que agobia las áreas de recursos humanos en las empresas en la actualidad. Es decir, la gerencia científica.
Gerencia Científica Ltd.