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En años anteriores, plantear realidades complejas, no dejaba ser un espacio para científicos y pronunciamientos teóricos. El mundo continuaba campante, y los gerentes se apoyaban en la objetividad como único recurso paradigmático en la toma de decisiones.

Sin embargo, de manera súbita, la teoría relegó su espacio interpretativo al hecho empírico, reflejando los acontecimientos actuales de manera entrelazada y mezcladas entre sí. Quizás una manera metafórica de explicar los acontecimientos del presente.

La realidad se amalgamó en aspectos tales como: cambio climático, sociales, políticos, financieros y religiosos… entre otros. Incluso la moral, pasó a formar parte activa en este nuevo escenario empresarial. De tal modo, la misión de las organizaciones se despojó de sus ropas para mostrar su interior. Debemos revisar los valores. Una cosa no puede ser lo que es y su contrario al mismo tiempo. Reza una ley dialéctica.

Sin más opciones, la gerencia está contra la pared. La realidad nos superó. La transdisciplinariedad y la complejidad dieron paso a la transcomplejidad. Es decir, la gerencia científica.

Gerencia Científica Ltd.